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La guarida del zorrito

In Memoriam...

IN MEMORIAM

Para: Gustavo A. Vázquez Montes.
Destino: El Cielo.

Querido Gustavo:

Hoy, a las 5.00 A. M. del 25 de febrero de 2005, impactado aún por tu trágica partida, sucedida ayer, y con los ojos ya sin lágrimas por derramar, me pongo a escribirte esta carta para recordar lo que vivimos juntos… Dudo, después de tu familia, alguien haya vivido más y mejor tus emociones y sueños que yo, por eso, como un recuerdo para ti y un tributo a tu familia las dejo plasmadas en el papel, esperando que su sentido llegue a Ti, allá a donde sin duda, encontrarás el verdadero reconocimiento y amor.

Te recuerdo aún, la primera vez que entraste a mi pequeño negocio de papelería, vestido de short y sudoroso, para comprar los útiles para tus estudios, de esto hace ya casi 29 años… Y luego alegre y sonriente me dijiste ¡Hola… No me gusta el nombre de tu negocio!... Pero lo dijiste de tal forma, que lejos de molestarme lo festejé contigo, riendo y te dije: Bueno, pues te aguantas mi cuate, y al explicarte el motivo, me dijiste: Me convenciste amigo. Y me platicaste orgulloso que ibas a estudiar a Colima, para maestro, como tu mamá, porque te gustaría enseñar a los demás... Y de verdad nos has enseñado a todos con tus lecciones de vida, ojalá las apliquemos.

Poco después, fuimos llamados a colaborar por Dn. Rubén Rosas García en su administración como presidente municipal de Tecomán. Ahí, te apodé en broma, “El Tierno”, y te molestaste un poco, porque me dijiste que el mote no te gustaba y te expliqué el porqué, pues apenas con escasos 20 años de vida, le harías frente al Departamento de Educación, Cultura y Deporte del municipio. Y tú aceptando, me apodaste “El Verbo”, dizque porque siempre te convencía por la palabra… Bueno pues ahí, a pesar de estar tierno, demostraste más madurez, sensibilidad y responsabilidad, que muchos maduros que han tenido en sus manos esa Dirección que aún añora el paso de la cultura, el deporte y la educación que tú así tiernito, le diste. Recuerdo las noches culturales con Guadalupe Pineda, Viola Trigo y tantos artistas que desfilaron por el jardín principal de nuestro pueblo, al no tener un espacio de cultura adecuado.

Durante ese tiempo, juntos vivimos grandes emociones, como la pérdida fatal del amigo Fernando Williams, tu boda, el nacimiento de tu primera hija, la alegría de las noches bohemias donde reímos, cantamos y lloramos juntos.

Después de ésa responsabilidad, como siempre, los funcionarios quedamos al garete, tú preocupado me dijiste: ¿Y ahora qué? Y te dije: Tengo un sueño… Dar a Tecomán, una escuela técnica para trabajadores, donde con poco, se preparen para hacer frente a sus vidas… Adoptaste mi sueño como propio y juntos lo hicimos realidad, para crear el “Instituto Benito Juárez”… acordando el nombre, para dejarlo como modelo de vida para los jóvenes estudiantes que por nuestras aulas pasaran. Y aquí estoy Gustavo: En la realidad de nuestro sueño, creciendo y dando a Tecomán, jóvenes técnicos, convencidos de que el esfuerzo, la lucha y el trabajo son la mejor forma de honrar a México.

En nuestro Instituto, también: Vivimos, reímos, disfrutamos y lloramos juntos. Hicimos del Benito, el primer bachillerato incorporado a la Secretaría de Educación del Estado, lloramos juntos la muerte de tu madrecita, esa gran señora, excelente amiga y ejemplar ciudadana que ahora, sin duda estará a tu lado para seguirte amando; ahí estudiaron mis hijos, tus sobrinos y muchos hijos de amigos, convenciéndonos de que valió la pena el esfuerzo. Después de nueve años de lucha juntos, por lo que creímos, partiste para hacer frente a nuevas responsabilidades, siempre haciéndome partícipe de tus sueños, y yo ahí, animándote, apoyándote y creyendo en tí.

Así, tierno amigo, como una vez te dije, desfilaste como regidor, presidente de tu amado partido el PRI, del cual me diste lección de lealtad en la ciudad de México, cuando presentamos examen de locutor y el aplicador te dijo: Qué malo para usted ser del PRI, cámbiese al Partido Cardenista… Y Tú le dijiste: “Yo soy priísta por convicción, y si algo debo cambiar lo haré desde adentro, pero jamás traicionaré al Partido, como muchos que se sirvieron de él. En lo que me reste de vida no cambiaré ni de sexo, ni de religión ni de partido”. ¡Y así fué...!

Luego vino: Una diputación, la presidencia municipal, otra diputación la presidencia estatal de nuestro Partido y la gubernatura… No creo que colimense alguno, además de nuestro mutuo amigo Fernando Moreno Peña, jamás, hayan escalado en tan pocos años de vida, lo que ambos hicieron… Y tú lo hiciste bien, en un clima de respeto, civilidad y armonía… Pusiste lo mejor de tí para hacer lo correcto, toda tu vida.

Siempre fuiste respetuoso de las convicciones de los demás, por ejemplo, conmigo: Jamás te molestaste porque no quise aceptar puesto alguno en tu administración municipal, ni tu invitación a ir a Colima para ocupar otro cargo “mejor”… Porque como buen verbo, te expliqué y convencí, que mi sueño era hacer crecer a nuestro querido Instituto Benito Juárez, como un hijo, y ahí lo vemos creciendo y albergando en sus aulas a más de 300 jóvenes soñadores. Como tú y como yo. Tal y como lo concebimos juntos.

Fuimos: Primero conocidos, luego compañeros de trabajo, compañeros de lucha, fuiste mi ahijado, mi compadre, mi asesor, pero más que nada, fuiste mi hermano querido y mi entrañable y leal amigo.

Gus. Mi querido Gus… Colima está impactado y triste por tu partida… Colima, ha sufrido cada año en los últimos, una tragedia: El temblor, la división de su gente alentada por la rabia política en unas elecciones, donde demostraste tu valía, dentro del respeto y la civilidad; y ahora, tu trágica partida del escenario político, económico y social colimense. Y esa partida, fue, por ir en pos de nuevas y mejores inversiones que dieran a los colimenses un futuro mejor. ¡Desde donde estés, no dejes de velar por esta tierra maravillosa que nos vió nacer. Tú desde allá, sigue siendo nuestro Gobernador!.

Naciste para ser un triunfador… No cabe la menor duda: Triunfaste en unas elecciones para ser el presidente de la sociedad de alumnos en la Normal de Maestros de Colima, para la dirigencia de tu partido, para dos diputaciones, para una presidencia municipal, para la gubernatura (dos veces)… ¿Habrá otro con ése currículum?… ¡No. Y por lo menos a corto futuro no se avisora otro!.

Los que dijeron que no tenías experiencia, se quedaron con los ojos cuadrados en tu breve actuación gubernamental, los que te denostaron, que porque tú jamás, según ellos, “diste clases”, ignoran que no solo lo hiciste, sino que creaste el “Instituto Benito Juárez” y muchos jóvenes, llevan tus enseñanzas por su vida exitosa, que siendo presidente municipal, construiste la Casa de Cultura tan anhelada, y que ahora se encuentra semiabandonada; canchas deportivas, que eran tu pasión, luchaste porque se fundaran en Tecomán dos secundarias y muchas, quien sabe cuántas preprimarias y primarias. ¡Tontos, creen que educar es solo enseñar a leer!... ¡Pobres!.

Ahora sí… Tus denostadores, ésos que te difamaron, que hirieron a tu familia y a los que verdaderamente te amamos, quedan ahí, a merced de su pequeñez de espíritu. Ahora sí, el presidente municipal de tu tierra, podrá hacer de tu pueblo lo que quiera, , y a la mejor todos festinan tu partida por el botín que les representa el poder por el poder, pero te puedo jurar, que muchos colimenses, lucharemos porque tus sueños por Colima, se hagan realidad.

Una vez comentamos: Que el que es capaz de gobernarse así mismo, es capaz de gobernar a una familia, y el que es capaz de gobernar a una familia, es capaz de gobernar a un pueblo. Y contigo se expandió el decreto, porque fuiste capaz de gobernar a todo tu estado. ¡Gracias hermano, te admiro, te respeto y te recuerdo con amor!. Sólo me resta decirte que de tu canción favorita “Gracias” de José Alfredo, ésa que cantamos tantas veces juntos y en la que preguntabas que “Cómo podrías pagar que te quisieran”… Te digo que ya lo pagaste, con tu vida… Y no hay amor más grande, que el de aquél que da la vida por lo que cree. Colima te agradece la ofrenda de tu vida.

Gustavo: Esa familia hermosa que integraste y que ahora queda en la orfandad, no estará sola, porque dejaste muchos y maravillosos amigos, que de una u otra forma, estaremos al pendiente de ellos, y sin duda tú, desde allá, velarás por ellos también… No están solos, porque tienen el ejemplo y la lección del mejor padre que pudieron haber tenido. Ellos crecerán y seguirán sin duda tu ejemplo, porque tienen la misma madera. Disfruta de la compañía de mamá Lita, tu mamá, de tu hermano, de tu abuelita, que también tanto te amó, pero más, disfruta de la presencia de Dios.

Descansa en Paz.

Tecomán, Colima. Viernes 25 de febrero de 2005.
Tu padrino.
Mario López Barreto.

Publicado en Ecos de la Costa el sábado 27 de febrero de 2005.
Como una ofrenda a un hombre grande... Que siempre llegó tarde a clases, pero fué puntual a la cita con su destino, vivió siempre en compañía de sus amigos... Y se marchó acompañado de grandes amigos... ¡Descansa en paz hermano!

5 comentarios

julio -

mario , esta carta parece que tambien forma parte de mi vida..........junto con gustavo di clses en el benito y luego el me llevo a la direccion de cultura...te acuerdas?

Lety -

Yo de nuevo, saludando...

Lety -

Pd. En mi blog te deje otro comentario.

Saluditos!

Lety -

Hola Mario! me dio muchisimo gusto que hallas visitado mi blog, ya sabes ahi siempre seras bienvenido. Muchisimas gracias por tus palabras, tienes muchisima sensibilidad al escribirlas, tanto que se percibe creeme.

Nos estamos leyendo y una vez mas, gracias por visitarme.

Buen dia!

Lety -

Buen dia! encontre tu blog al azar y creeme que me encanto, mis respetos a tu sentir y expresar. Sabes yo cada año solia ir de vacaciones a Tecoman en semana santa, tenia 3 años sin ir y este retome y me dolio mucho el ver la tremenda division que existe por la politica, pero mas que nada el enterarme de la muerte de su excelente gobernador. Es una lastima que la envidia y el odio lleguen a tales extremos.

Animo! y gracias por ese escrito.